FRANC CON C

Desde sus primeros años, Franco Díaz, conocido como Franc con C, ha respirado hip-hop y su cultura. Rapero por más de una década, maestro de cocina, obrero y padre de un niño de dos años, su vida se ha entrelazado con la música desde la infancia. La diversidad de sonidos que llegaban a él a través de casetes, vinilos y CDs fueron la chispa que encendió su amor por la música.

Inspirado por el rap europeo clásico, con influencias de Nach, Violadores del Verso, Juaninacka, Zenit y más, así como por la esencia del rap chileno de los finales de los 90 y principios de los 2000 con artistas como Tiro de Gracia, Rezonancia, Frecuencia Rebelde, Panteras Negras, Guerrillerokulto, Lecheromon, Cevlade, Michu MC, Anita Tijoux y Belona MC, su estilo toma forma con una inclinación por el boombap, instrumentales que fusionan jazz y blues, y letras que profundizan en la vida, el amor, las experiencias, ideas y emociones.

Su camino comenzó a los 13-14 años, cuando empezó a escribir inspirado por la cotidianidad: la escuela, la vida en el hogar con padres obreros y los cambios de la edad. A los 17-18 años, ya participaba en eventos y tocatas, organizando y cantando sus primeros proyectos. Con el tiempo, evolucionó y adquirió un enfoque más crítico, desarrollando una voz propia que refleja su madurez sin renegar de sus raíces.

La música clásica ha sido un pilar en su proceso creativo, con sonidos que evocan recuerdos y viajes en el tiempo. Desde boleros, cumbias, baladas y salsa, hasta el rock sicodélico de los 60, toda esta amalgama de influencias ha moldeado su visión musical y el contenido de sus letras.

Hoy, la paternidad ha marcado un nuevo capítulo en su vida, otorgándole una perspectiva renovada y un impulso para narrar nuevas historias. Su próximo proyecto reflejará este viaje emocional y su reencuentro con la infancia. Mientras tanto, cierra su primer disco "Todos los caminos llevan a la coca", preparándose para nuevos EPs y colaboraciones pendientes. Además, un evento especial se avecina, donde busca reconectarse con el camino que dejó atrás hace años.

Franc con C lo deja claro: aunque se considera rapero, su música no está hecha exclusivamente para oyentes de rap o puristas del género, sino para sí mismo. Su obra es un reflejo de su vida, lo que ha aprendido y experimentado. Y si alguien encuentra en sus letras una emoción, un pensamiento, un reflejo de su propia historia, entonces su trabajo está completo, porque detrás de cada rima hay sudor, lágrimas y amor.

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